Es un plato de los mas tradicionales, pobres y mas sencillos de elaborar, aunque según el lugar se elabora de distinta manera y también dependiendo de la viandas disponibles.
Ha sido un almuerzo muy frecuente en muchos sitios de España.
Se desayunaba un café bebido al alba y un par de horas después, para mantener las fuerzas, se tomaban las sopas de ajo, generalmente con uno o dos huevos dentro, que se cocinaban con el calor de la sopa.
Poema dedicado a las siete virtudes de las sopas de ajo:
Siete virtudes
tienen las sopas
quitan el hambre,
y dan sed poca
Hacen dormir
y digerir
Nunca enfadan
y siempre agradan
Y crían la cara
colorada...
Ricardo de la Vega.
Ingredientes:
100 gramos de jamón serrano en taquitos.
2 dientes de ajo.
1/2 barra de pan del día anterior.
Una cuchara de pimentón dulce.
1 litro de caldo de ave o de cocido.
2 huevos.
Aceite.
Sal.
Elaboración:
Pelamos y cortamos los ajos en laminas.
Cortamos el pan en rebanadas no muy gruesas.
Ponemos al fuego una olla con un poco de aceite y cuando este caliente doramos los ajos, para a continuación echar los taquitos de jamón, para que se nos rehogue con el ajo.
Bajamos el fuego y echamos el pimentón moviendolo bien para que no se nos queme y seguidamente echamos las rebanadas de pan, moviendolo bien para que se empape de los todos aromas de la olla.
Lo mojamos con el caldo, ya caliente y lo dejamos cocer durante unos 8 minutos y lo rectificamos de sal.
En el ultimo hervor echamos los huevos y lo movemos para que se rompan y lo retiramos del fuego, con el mismo calor de la sopa se nos terminaran de hacer.
La servimos en unos cuencos de barro y ya la tenemos lista para degustar.
A esta sopa, también le podemos echar chorizo y tocino de cerdo frito o si somos mas austeros solo el ajo, pero ya no serán sopa castellana, si no sopas de ajo.
Espero que os gusten...